La genuflexión no se hace frente a un altar, crucifijo, virgen o bien santo. Lo adecuado es hacerla frente al sagrario, que acostumbra a estar ubicado cerca del altar del templo. Nos estamos arrodillando ante Dios, donde está realmente Jesús Sacramentado, o sea sólo lo podemos hacer donde Él esté presente con su Cuerpo y Alma.
¿Que se dice en la consagración?
La congregación se hinca cuando el sacerdote impone las manos acerca de el pan y el vino pidiendo la efusión del Espíritu Beato acerca de esos dones, y dice una oración. Luego entonces, el cura dice las vocablos de consagración: “Tomen y coman todos de él, por el hecho de que este es mi cuerpo que será entregado por ustedes …”.
¿Qué es lo que dice el padre cuando levanta la ostia?
Sacerdote: Señor, ten piedad. Todos: Señor ten piedad. Gloria a Dios dentro del cielito, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey divino, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo.
¿Qué debemos hacer dentro del momento de la consagración?
En el concepto consagración, en apreciado que se tiene que hacer obligatoriamente, es la accion por la cual un sacerdote que festeja el Santurrón sacrificio de la Misa, convierte las especies del Panecito y el Vino dentro del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.
¿Qué dice la gente cuando se hinca en Misa?
Santurrón, Beato, Santo es el Señor, Dios del Cosmos. Llenos están el cielito y la tierra, de Tu gloria, ¡hosanna! Bendito el cual viene, en nombre completo del Señor, hosanna dentro del cielo, ¡hosanna!
¿Qué se debe orar cuándo se comulga?
Te suplico, oh Señor mío Jesucristo, que la ardiente y apacible obliga de tu amor, embargue toda mi ánima, a fin de que fallezca de amor por Ti, a sí como Tú te dignaste perecer de amor por mí “.
¿Qué se tiene que decir después de comulgar?
Alma de Cristo, santifícame En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, Para que con tus beatos te alabe por los siglos de los siglos. Amén.
¿Qué debemos proferir en la consagración?
La “consagración” en la Misa hace referencia al momento central en que el panecito y el vino, por las vocablos de Cristo pronunciadas por el cura y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten dentro del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
¿Cuáles son las vocablos de la consagración?
“Tomad y comed, este es mi cuerpo, que sera entregado por vosotros. De igualito modo, tomó el cáliz y se lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y bebed todos de él, por el hecho de que ésta es mi sangre, sangre de la coalición noticia y eterna, que sera vertida por vosotros y por muchísimos como para el perdón de los pecados”.
¿Que se dice cuando se consagra el pan?
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS Al ofrecer el panecillo, el sacerdote dice: Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombrecillo, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él sera como para nosotros pan de vida.
¿Que se dice cuando se consagra el vino?:
Al ofrendar el vino, el sacerdote dice: Bendito seas, Señor, Dios del Cosmos, por este mismo vino, fruto de la parra y del trabajo del hombrecillo, que recibimos de tu esplendidez y ahora te os presentamos: él será como para nosotros bebida de salvación.
¿Que se contesta cuando el padre levanta el cáliz?
El comulgante tiene que contestar de forma audible “Amén”, denotando, por su respuesta, su creencia de que este pequeño pedazo de panecito y el vino de este mismo cáliz son en realidad el cuerpo y la sangre de Cristo, el Señor.
¿Qué dice el padre cuando levanta el vino?
La congregación se hinca cuando el cura impone las manos acerca de el pan y el vino pidiendo la efusión del Espíritu Santo acerca de ésos dones, y dice una plegaria. Entonces, el cura dice las palabras de consagración: “Beban y coman todos de él, porque este es mi cuerpo que será entregado por ustedes…”.
¿Qué se hace en la consagración en la Misa?
En la consagración de la Eucaristía, el cura coordinado no actúa jamás por sí sólo, sino siempre y en toda circunstancia en y con el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia, cuyos miembros, mediante las virtudes infundidas de la fe y de la caridad, participan en la accion de Cristo Cabeza, representados por el sacerdote ministro.
