Se está en mora cuando no se pagó el mínimo en la fecha límite de pago o cuando se cancela un monto menor al adeudado. Esto implica que el deudor ha incumplido con sus obligaciones de pago y puede tener consecuencias negativas en su historial crediticio y en sus relaciones con los acreedores.
El traspaso a mora es una situación en la cual el acreedor decide transferir el caso a una empresa de cobranza o a un departamento interno de cobros. Esta decisión se toma cuando el deudor no ha realizado los pagos correspondientes en el plazo acordado y se espera que la empresa de cobranza tome las medidas necesarias para recuperar la deuda.
El traspaso a mora puede tener diferentes consecuencias para el deudor, entre las que se incluyen:
- Reporte negativo en el historial crediticio: Cuando se produce un traspaso a mora, es probable que el acreedor informe a las agencias de crédito sobre el incumplimiento. Esto puede afectar la capacidad del deudor para obtener crédito en el futuro y puede disminuir su puntaje crediticio.
- Cobros adicionales: La empresa de cobranza puede aplicar cargos adicionales al saldo pendiente, lo que aumenta la deuda total a pagar.
- Acciones legales: En casos más graves, el acreedor puede decidir emprender acciones legales contra el deudor para recuperar la deuda. Esto puede resultar en costos legales adicionales y posibles embargos de bienes o salarios.
Es importante tener en cuenta que cada caso de traspaso a mora puede ser diferente, y las consecuencias pueden variar según las políticas y procedimientos de la empresa acreedora. Por lo tanto, es fundamental que el deudor se comunique con el acreedor lo antes posible para discutir opciones de pago y evitar el traspaso a mora.
¿Qué pasa cuando entras en mora?
En el caso de entrar en mora, se deben tener en cuenta algunas consecuencias legales. En primer lugar, el deudor puede ser requerido de forma extrajudicial o judicial para que cumpla con la obligación pendiente de pago. Este requerimiento puede realizarse a través de una carta de reclamación o mediante una demanda judicial. En este sentido, es importante destacar que el deudor tiene la obligación de pagar no solo la cantidad adeudada, sino también los intereses de demora generados por el retraso en el pago.
Además, es importante tener en cuenta que la morosidad puede tener efectos negativos en la reputación crediticia del deudor. Si se entra en mora, es posible que el acreedor informe a las entidades de crédito sobre esta situación, lo cual puede dificultar la obtención de nuevos préstamos o créditos. Asimismo, el acreedor puede iniciar acciones legales para reclamar el pago de la deuda, lo que implica que el deudor deberá hacer frente a los gastos judiciales y las costas procesales en caso de ser condenado.
¿Qué son los pagos en mora?
Los pagos en mora se refieren a aquellos pagos que no se han realizado dentro del plazo establecido. Cuando se acuerda un plazo para cumplir con una obligación de pago, ya sea en un contrato o por ley, el deudor tiene la responsabilidad de realizar el pago dentro de ese período de tiempo. Si el deudor no cumple con esta obligación en el plazo estipulado, se considera que está en mora.
La mora puede ocurrir en diferentes tipos de deudas, como préstamos, facturas o tarjetas de crédito. Cuando una persona está en mora, el acreedor tiene el derecho de tomar acciones legales para buscar el pago de la deuda. Estas acciones pueden incluir el cobro de intereses de demora, la inclusión del deudor en un registro de morosos o la posibilidad de iniciar un proceso de embargo de bienes.
¿Cómo puedo reestructurar una deuda con BBVA?
Si te preguntas cómo negociar una deuda de tarjeta de crédito con BBVA, es importante que te acerques a un ejecutivo de cuenta del banco lo antes posible. El primer paso es exponer tu situación y explicar las razones por las cuales no puedes hacer frente al pago de la deuda en su totalidad.
El ejecutivo de cuenta te ofrecerá opciones para solucionar el problema, como por ejemplo, la posibilidad de reestructurar la deuda. La reestructuración de la deuda implica establecer un nuevo plan de pagos con plazos y montos más accesibles para ti, de acuerdo a tu capacidad de pago actual. Es importante que analices con detenimiento estas opciones y elijas la que mejor se adapte a tus necesidades y posibilidades financieras.