Saberes de una persona: Explorando su origen y sentido

Existen diversos tipos de saberes, pero al menos podemos hablar de tres: el «saber vulgar» (el sentido común), el «saber científico» y el «saber filosófico». Estos tres saberes están al alcance de cualquier persona, ya que son capacidades naturales de la inteligencia humana.

El saber vulgar es aquel conocimiento adquirido a través de la experiencia cotidiana y de la interacción con el entorno. Es el conocimiento que se obtiene de forma empírica, sin la necesidad de estudiar formalmente o de utilizar métodos científicos. Por ejemplo, saber que el agua hierve a los 100 grados Celsius es un conocimiento vulgar que se adquiere por observación y experiencia.

El saber científico, por otro lado, se basa en la investigación sistemática, la observación rigurosa y la experimentación controlada. Se caracteriza por utilizar métodos rigurosos y objetivos para obtener y verificar conocimientos. Este tipo de saber se encuentra respaldado por la comunidad científica y se actualiza constantemente a medida que se descubren nuevos descubrimientos. Por ejemplo, el saber científico nos permite entender cómo funciona el cuerpo humano, cómo se originan los terremotos o cómo se forman las estrellas.

Por último, el saber filosófico se centra en preguntas fundamentales sobre la existencia, la realidad, la verdad y los valores. Se basa en la reflexión y en el análisis crítico de conceptos abstractos. La filosofía busca comprender la naturaleza de la realidad, el conocimiento, la moral y la belleza, entre otros temas. A diferencia del saber científico, el saber filosófico no se basa en la experimentación, sino en la reflexión y en la argumentación lógica.

Es importante destacar que estos tres saberes no son excluyentes, sino complementarios. Cada uno aporta una perspectiva diferente y valiosa para comprender el mundo. Además, cada persona tiene la capacidad de desarrollar y combinar estos saberes de acuerdo a sus intereses y necesidades.

¿Cuáles son los cuatro tipos de saberes?

Dentro de este campo respecto a los 4 pilares de la educación planteados por Jacques Delors en el año 1996 encontramos: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a convivir y aprender a hacer. Estos pilares representan los conocimientos básicos que debe tener el ser humano para su progreso personal y para el desarrollo de un país y del mundo en general.

El primer pilar, aprender a conocer, se refiere a la adquisición de conocimientos y habilidades intelectuales. Es el proceso de aprender a aprender, de desarrollar la capacidad de investigar, analizar y comprender el mundo que nos rodea.

El segundo pilar, aprender a ser, se refiere al desarrollo integral de la persona. Incluye el desarrollo de habilidades emocionales, sociales y éticas, así como la capacidad de reflexionar sobre uno mismo y de tomar decisiones responsables.

El tercer pilar, aprender a convivir, se refiere a la capacidad de relacionarse con los demás de manera armoniosa y respetuosa. Incluye el desarrollo de habilidades sociales, el respeto por la diversidad y la capacidad de resolver conflictos de manera pacífica.

El cuarto pilar, aprender a hacer, se refiere a la adquisición de habilidades prácticas y técnicas. Incluye el desarrollo de habilidades manuales, técnicas y profesionales, así como la capacidad de emprender y de contribuir al desarrollo económico y social.

¿Qué son los saberes y ejemplos?

¿Qué son los saberes y ejemplos?

Los saberes son el resultado de la adquisición de conocimientos y experiencias en un determinado campo. Estos conocimientos pueden ser teóricos o prácticos y se obtienen a través del estudio, la observación y la experiencia personal. Los saberes pueden ser transmitidos de generación en generación y se van enriqueciendo con el paso del tiempo. Por ejemplo, en el ámbito científico, los saberes se basan en la investigación y el método científico, mientras que en el ámbito filosófico, los saberes se construyen a través del análisis y la reflexión sobre las grandes cuestiones de la vida.

Los ejemplos, por su parte, son situaciones o casos concretos que ilustran o ejemplifican un determinado concepto o idea. Los ejemplos son utilizados para facilitar la comprensión y el aprendizaje, ya que permiten ver de manera concreta cómo se aplica un determinado saber en la práctica. Por ejemplo, en el ámbito de la física, se pueden utilizar ejemplos de situaciones cotidianas para explicar los principios de la mecánica o la óptica.

¿Qué saberes y conocimientos hay?

¿Qué saberes y conocimientos hay?

Los distintos tipos de conocimientos y saberes están entrelazados, de modo que no se excluyen, sino que se complementan. Todos hacen parte del cuerpo cognitivo de la humanidad a partir del cual se comprende, interpreta o explica la realidad.

El sentido común es el conocimiento adquirido a través de la experiencia cotidiana y las interacciones sociales. Es el conocimiento práctico que nos permite desenvolvernos en la vida diaria.

La doxa legítima hace referencia a aquellos conocimientos que son aceptados y compartidos por una determinada comunidad o sociedad. Son las creencias y opiniones que se consideran correctas o válidas dentro de un contexto cultural específico.

Los conocimientos técnicos se refieren a habilidades y destrezas específicas que se adquieren a través de la formación y la práctica. Estos conocimientos son aplicados en diferentes campos, como la medicina, la ingeniería o la carpintería.

Los conocimientos científicos se basan en la observación, la experimentación y el análisis sistemático. Estos conocimientos se obtienen a través de la aplicación del método científico y se caracterizan por su objetividad y verificabilidad.

Por último, los conocimientos metateóricos son aquellos que se refieren a la reflexión y crítica de los propios conocimientos. Son conocimientos sobre la naturaleza y los límites de la teoría y el conocimiento en general.

¿Cómo se llaman los tres tipos de saberes?

¿Cómo se llaman los tres tipos de saberes?

Los tres tipos de saberes que se mencionan en la respuesta son: teorías científicas, profesionales y subjetivas. Estos saberes son fundamentales para el ejercicio de la acción profesional y se complementan entre sí.

En primer lugar, las teorías científicas se refieren a los conocimientos teóricos y conceptuales que se han desarrollado en el ámbito académico y científico. Estas teorías proporcionan un marco conceptual y metodológico que permite comprender y explicar los fenómenos y procesos relacionados con la profesión. Los profesionales utilizan estas teorías como base para la toma de decisiones y la resolución de problemas.

En segundo lugar, los saberes profesionales se refieren a los conocimientos y habilidades específicas de cada profesión. Estos saberes se adquieren a través de la formación profesional y la experiencia práctica. Incluyen conocimientos técnicos, normas y criterios profesionales, así como habilidades prácticas y destrezas específicas de cada campo profesional. Los profesionales utilizan estos saberes para aplicar los conocimientos teóricos a situaciones concretas y para desempeñar su función de manera eficiente y efectiva.

Por último, los saberes subjetivos se refieren a los conocimientos y experiencias personales de cada profesional. Estos saberes están relacionados con la subjetividad y la singularidad de cada individuo, y se construyen a partir de sus experiencias, valores, creencias y emociones. Los profesionales utilizan estos saberes para dar sentido a su práctica profesional, para reflexionar sobre su propio rol y para tomar decisiones éticas y responsables.