En Derecho general, un acto, decisión o sentencia que afecte a todas las partes, no solo a las directamente afectadas. El término “erga omnes” proviene del latín y se traduce como “hacia todos”. En el ámbito jurídico, se utiliza para referirse a una situación en la que un acto o decisión tiene efectos y consecuencias para todas las partes involucradas, sin importar si están directamente implicadas en el asunto o no.
En el contexto legal, el principio de erga omnes se utiliza para garantizar que los derechos y obligaciones establecidos por una norma o sentencia sean aplicables a todas las personas o entidades que se encuentren en una situación similar. Esto significa que, una vez que se ha tomado una decisión o se ha emitido una sentencia, todos los sujetos que se encuentren en la misma posición jurídica deben cumplir con lo establecido.
Este principio es especialmente relevante en casos en los que se dictan sentencias que tienen un impacto generalizado, como por ejemplo, en los casos de derechos humanos. En estos casos, las sentencias emitidas por tribunales internacionales pueden tener efectos erga omnes, lo que implica que los Estados parte deben cumplir con las obligaciones establecidas en la sentencia, incluso si no fueron directamente parte del proceso judicial.
En el ámbito de los tratados internacionales, también se utiliza el principio de erga omnes para establecer las obligaciones y derechos que deben ser respetados por todos los Estados parte. Esto significa que los Estados que han ratificado un tratado deben cumplir con sus disposiciones y garantizar que se apliquen a todas las personas dentro de su territorio.
¿Cuáles son ejemplos de erga omnes?
Algunos ejemplos de derechos erga omnes son:
- Derechos humanos:
- Derechos fundamentales: Los derechos fundamentales son aquellos que están reconocidos en la Constitución de un país y que garantizan la dignidad, la libertad y la igualdad de todas las personas. Estos derechos son aplicables a todos los ciudadanos y su protección es responsabilidad del Estado.
- Derechos de propiedad: Los derechos de propiedad son aquellos que confieren a una persona el poder de usar, disfrutar y disponer de un bien de manera exclusiva. Estos derechos son erga omnes, es decir, son oponibles a todos y su violación puede ser reclamada por cualquier persona que tenga un interés legítimo en el bien.
- Derechos de autor: Los derechos de autor son aquellos que protegen las obras literarias, artísticas, científicas y técnicas. Estos derechos son erga omnes, lo que significa que cualquier persona que reproduzca, distribuya o comunique públicamente una obra sin autorización del titular de los derechos puede ser objeto de una acción legal.
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin importar su nacionalidad, raza, religión, género u orientación sexual. Estos derechos son reconocidos internacionalmente y protegidos por tratados y convenciones internacionales.
Estos son solo algunos ejemplos de derechos erga omnes, pero existen muchos otros en diferentes áreas del derecho. En general, los derechos erga omnes son aquellos que tienen un alcance universal y que están destinados a proteger los intereses y la dignidad de todas las personas, sin excepción.
¿Cuáles son las obligaciones erga omnes?
Las obligaciones erga omnes son aquellas que derivan de normas imperativas del derecho internacional general y que vinculan a cada Estado con la comunidad internacional en su conjunto. Estas obligaciones tienen como finalidad proteger determinados intereses colectivos esenciales.
Estas obligaciones son consideradas de carácter absoluto, es decir, no pueden ser modificadas ni derogadas por la voluntad de los Estados y deben ser respetadas por todos los miembros de la comunidad internacional. Algunos ejemplos de obligaciones erga omnes son la prohibición de la tortura, el genocidio, la esclavitud y los crímenes de lesa humanidad.
Estas obligaciones están respaldadas por la opinio iuris, que es la convicción generalizada de la comunidad internacional sobre la existencia de una norma y su carácter obligatorio para todos los Estados. Además, su cumplimiento puede ser exigido por otros Estados y por los órganos internacionales encargados de velar por el respeto de las normas internacionales.
¿Qué significa ser oponible erga omnes?
La expresión “oponible erga omnes” se refiere a la capacidad de hacer valer un derecho frente a cualquier persona, sin importar si esta persona está involucrada directamente en la relación jurídica en cuestión. En el caso de los derechos reales, esto significa que el titular del derecho puede ejercerlo y hacerlo valer frente a cualquier tercero, incluso si este tercero no tiene ningún tipo de relación con el titular del derecho.
Por otro lado, los derechos personales son oponibles únicamente entre las partes involucradas en la relación jurídica. Esto significa que solo las partes que han celebrado un contrato o tienen una obligación recíproca pueden hacer valer sus derechos frente a la otra parte. En este caso, los derechos son oponibles “inter partes”.
¿Qué quiere decir inter partes?
La expresión “inter partes” es una locución latina que se utiliza en el ámbito jurídico para referirse a una disposición o acuerdo que se aplica únicamente a las partes involucradas en una situación concreta. Esta expresión se utiliza principalmente en el contexto de los procedimientos legales o arbitrajes, donde las partes involucradas son las únicas afectadas por las decisiones tomadas.
Cuando se habla de una disposición inter partes, se está haciendo referencia a un acuerdo o resolución que tiene efectos exclusivamente entre las partes involucradas en un caso o conflicto. Esto significa que dicha disposición no tiene efectos generales ni se aplica a terceros ajenos a la situación en cuestión.